En la última edición de la Pomaexpo, organizada por la Universidad de Talca y A.N.A. Chile, agricultores se mostraron optimistas frente a las cosechas de esta temporada y las precipitaciones que caerán en las próximas semanas.
Los desafíos del mercado de la fruta, y especialmente el de la manzana, frente al cambio climático, fue una de las temáticas principales abordadas en la XI edición de la Pomaexpo, organizada por el Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca y A.N.A. Chile.
Los estragos que dejaron las lluvias de 2023 en la Región del Maule y cómo prepararse ante un evento climático similar este año, fueron parte de los análisis realizados por productores, académicos e investigadores.
Al respecto, Iván Marambio, presidente de Frutas Chile, expresó que “estamos mejor preparados que el año pasado para eventuales inundaciones. El gobierno y la industria han trabajado fuertemente para evitar lo que pasó el año pasado. Venimos de años muy secos, pero debemos recordar que el agua es una bendición y tenemos que cuidarla”.
En ese sentido, varios expositores destacaron la necesidad de realizar un recambio de variedades de manzanas, para plantar especies que soporten el cambio climático y mantengan al país dentro de los principales productores del fruto.
“Las manzanas son muy importantes para nuestra economía y uno de nuestros principales desafíos van por el recambio varietal. Chile está rezagado en ese proceso, solo el 5% del volumen que exportamos son nuevas variedades que, comparado con Nueva Zelanda, que es nuestro competidor directo y tiene un 40% de exportación con nuevas variedades, es muy poco”, explicó Marambio.
Otro de los grandes desafíos es la promoción de la fruta, puesto que, según estudios, es una de las más valoradas por el público general y por los jóvenes, que pueden hacer una diferencia en el consumo y abrir camino en mercados internacionales.
Álvaro Sepúlveda, investigador del Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca, aseguró que Chile está en un punto de inflexión en cuanto al recambio de variedades y crecimiento de cultivares nuevos.
“La manzana viene de una crisis y presenta bastantes oportunidades. Hay un interés por plantar y hacer un recambio de variedades para tener alternativas para los mercados que se están moviendo, porque son muy dinámicos. Ahora tenemos muchas exportaciones hacia Latinoamérica, que es un mercado que se está abriendo y otros distintos a los que había antes”.
Temporada favorable
Uno de los puntos a favor, es que se habla de que esta será una temporada favorable para la cosecha, oportunidad que se debe aprovechar como ventaja comparativa frente a otros países productores.
“Esta temporada va a ser buena, hay una parte climática que no nos está acompañando, con las manzanas tenemos un problema global, lo que nos convoca a buscar variedades para que las inversiones de los nuevos campos tengan rentabilidad, puedan sostenerse y empezar a crecer nuevamente”, comentó Lorena Pinto, jefe de Productos de Pomáceas y Cerezos de A.N.A Chile.
Por su parte, el académico español Joaquín Carbo, investigador del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), se presentó como el expositor internacional de esta jornada y destacó el clima de la zona como oportunidad de adaptación de distintas variedades.
“En Chile tienen una multitud de hábitats y, por lo tanto, una mayor disponibilidad para encontrar zonas donde distintos tipos de manzana puedan adaptarse. Necesitamos que esas variedades resistan al cambio climático y que se adapten a otros sitios más fríos, pero que a medida que aumente la temperatura, puedan trasladarse”, explicó el académico.