La matrona del Hospital de Pichilemu, Catalina Lizama Hermosilla, cursó un diplomado que la capacitó en la toma de ecografías, permitiendo aumentar la realización de este tipo de exámenes, realizando más de 180 desde marzo a la fecha, mejorando el acceso y la oportunidad en la atención de la comunidad pichilemina a este servicio de imagenología, enfocada en la prevención, a través del cual se puede se tratar ciertas afecciones médicas, pero principalmente se utiliza para controlar a mujeres embarazadas, monitoreando la salud y el desarrollo de un bebé por nacer durante el período de gestación.
Al ser consultada sobre cómo se gesta esta oportunidad, la profesional relata que “surgieron cuatro becas que daba el Servicio de Salud a profesionales de hospitales de baja complejidad y Cesfam donde teníamos que postular a través del currículum y fui seleccionada, lo que me permitió hacer este diplomado en la Universidad de Valparaíso con un 100% de financiamiento, por un período aproximado de seis meses”.
“Posterior a eso, recibí la certificación que me ha permitido hacer ecografías en el Hospital de Pichilemu desde el primero hasta el tercer trimestre de embarazo, eso ha sido un avance significativo en lo que significa el control ya que antes solamente se realizaban ecografías al inicio del embarazo de manera precoz. Ahora hemos podido evaluar el embarazo de una forma más completa y que las usuarias no tengan que recurrir a gastos para poder adquirir este examen”, complementó la matrona.
Si bien este diplomado fue algo que ella intencionó, reconoce que “fue demandante porque implicaba trabajar y los fines de semana viajar a Valparaíso, asistir a las clases, a los seminarios y estudiar porque también tenía pruebas. Si bien fue desgastante, ha sido satisfactorio por todo lo que he podido llevar a cabo y responder a la demanda de nuestros usuarios que necesitan que uno se vaya especializando, que vaya aplicando más cosas desde el sector primario en salud en donde estamos en contacto directo con el paciente y tenemos que aprovechar al máximo eso para poder evaluar a cabalidad lo que es el embarazo y el control de salud”.
Respecto al impacto que ha tenido la aplicación de lo aprendido en la resolutividad del hospital, Catalina Lizama, explica que “actualmente de forma diaria se toman ecografías, yo tomo dos diarias, al menos, porque siempre hay momentos en los que tenemos mayor demanda sobrecupos de forma mensual, por mi parte al menos se están sumando 30 ecografías, lo que ha sido un amplio número, porque ecografía no significa solamente el embarazo también controles post aborto, controles para indagar sobre algunos sangrados uterinos anormales, por lo que permite aplicarlo en distintas esferas de salud de la mujer. Agradecer el apoyo de mi colega Mario Morales que también realiza ecografías, pero en embarazos iniciales y nos hemos ido complementando”.
La funcionaria nos adelanta que a futuro “tenemos como desafío el poder aplicar el doppler en las ecografías, que es un examen complementario a la ecografía que tiene un alto costo y que va a favorecer a muchas usuarias. Este tipo de exámenes debería implementarse a final de este año ya que durante noviembre voy a hacer un curso atingente y espero poder incorporarlo en cuanto tenga la práctica para dar respuesta a las necesidades y también disminuir los costos asociados a lo que significa este examen”, concluyó.