Debió sortear diferentes obstáculos para cumplir la meta tras 17 kilómetros agua abajo.
Manuel Navarro Castro, joven nancaguino se convirtió en el primero en desafiar la fuerte corriente y obstáculos que hay en el rio Tinguiririca para cumplir el sueño de su vida que era navegarlo.
La duda era si hacerlo en una balsa de madera u otra cosa, pero finalmente se decidió por el reciclaje y buscó varias botellas plásticas y comenzó armar una balsa para cumplir con este desafío.
Tras varios días de planificación llegó el momento de cumplir su gran anhelo y tomó su balsa y llegó frente al sector La Gloria casi en el límite de Nancagua y Placilla y comenzó con su odisea.
La idea era llegar hasta cerca de Santa Cruz y recorrer muchos kilómetros, en algunos momentos de la navegación dijo que fue difícil. Debido a la fuerte corriente que había su balsa era arrastrada con mucha fuerza, y en un momento la canoa se enredó en unas ramas, pero finalmente llegó hasta cerca de Cunaco, navegando cerca de 17 kilómetros hasta cumplir con la meta propuesta.
¿Por qué este desafío Manuel?
Primero fue batir mi propio record y que esto se transforme luego en una competencia. La idea es que los jóvenes se y armen sus propias balsas con elementos de reciclaje como son estas botellas plásticas y aprovechen nuestro rio Tinguiririca.
¿Cómo armaste esta improvisada balsa?
La verdad es que comencé a pensar como hacerlo y surgió la idea del reciclaje y armé esta balsa con botellas plásticas de bebida, le coloqué dos viejas cámaras las inflé y las cubrí. Luego confeccioné el remo de madera y listo, el desafío estaba y salté a las aguas y navegué entre el puente La Gloria y Cunaco, podría haber seguido, pero era la primera vez.
¿Algún nuevo desafío?
Seria genial desde el puente en San Fernando hacia abajo, ojalá llegar hasta Santa Cruz, lo pensaré, pero la idea es motivar a más jóvenes para realizar esta odisea de navegar por nuestro rio Tinguiririca.
