Junto con entregar soluciones constructivas habitacionales, el Programa entrega talleres de hábitos a sus participantes para que puedan contar con hábitos y estilos de vida saludable. Además de entrega de equipamientos: camas, colchones, frazadas, kit de cocina, entre otros. Esto durante doce meses de intervención del Programa.
Bajo la convocatoria 2019 – 2020, del Programa de Habitabilidad, 165 familias de la Región de OHiggins pudieron cumplir con las condiciones mínimas que se necesitan para habitar una vivienda. El Ministerio de Desarrollo Social y Familia transfiere recursos a las municipalidades para su ejecución, y cuenta con asesoría técnica del Fondo de Solidaridad e Inversión Social, Fosis.
“El Programa de Habitabilidad tiene como principal misión entregar dignidad a sus participantes, ya que a través de la entrega de soluciones constructivas, se está mejorando sus condiciones habitacionales, y por ende su calidad de vida. Es un Programa muy significativo para nuestro Ministerio y estamos orgullosos de esta alianza virtuosa que tenemos en nuestra Región, ya que las últimas versiones se han ejecutado correctamente, con proyectos innovadores, como es el caso de Peralillo. Estas iniciativas permiten que ninguna familia se quede atrás, y puedan seguir avanzando en la vida”, destacó la seremi de Desarrollo Social y Familia, Mónica Toro.
Junto con entregar soluciones constructivas habitacionales, el Programa de Habitabilidad entrega talleres de hábitos a sus participantes para que puedan contar con hábitos y estilos de vida saludable. Además de entrega de equipamientos: camas, colchones, frazadas, kit de cocina, entre otros. Esto durante doce meses de intervención del Programa.
Hilda Del Canto León, de la comuna de Peralillo fue una de las cuatro familias que fueron parte del Programa de Habitabilidad, y recibió un modulo de vivienda “completamente diseñado y adaptado a sus necesidades”. Así lo destacó, el arquitecto de la Municipalidad de Peralillo, Sergio Olmedo Pérez.
“La señora Hilda vivía en una mediagua con múltiples filtraciones y de baño un pozo negro, donde de igual manera su prioridad era un baño, también se le diseñó un módulo de vivienda a sus características y metraje pequeño que bordean los 36 a 44 m2, sin embargo, quise diseñarlo de tal forma de eliminar el concepto de mediagua, y por lo tanto, hacer de esa pequeña superficie, una verdadera vivienda como tal, contemplando espacios de dormitorios separados, baño adaptado a necesidades, y espacio multiuso de cocina-comer y estar”, agregó el arquitecto.
Cabe destacar que para el proyecto se reutilizó materiales de su antigua mediagua, como ventanas, maderas, etc. Dentro de las innovaciones, una terraza, paneles de celosías de madera para crear muro verde y dotar a la vivienda de mayor protección solar y privilegiar el ahorro de energías. Un cajón para huerta para cosechar hortalizas para el autoconsumo.
“Este Programa me ha permitido diseñar y apoyar constructivamente a las familias para que vivan en una vivienda con dignidad, algo que ellos merecen por derecho, y que quizás, aunque ahorren por muchos largos años nunca lo van a lograr. Observar los rostros de las familias colmados de felicidad, que te digan un sueño hecho realidad, es algo que te enorgullece, y sientes que estás realizando bien tu labor y estas siendo parte y entregando en cierta forma justicia social”, culminó el profesional.
