El martes 13 de octubre se cumplieron 48 años del trágico accidente aéreo ocurrido el año 1972 en nuestra cordillera de la comuna de San Fernando, donde un avión con 45 personas tuvo un choque no frontal, perdiendo las alas y la cola, y por inercia y rebote los restos de la aeronave, desde las altas cumbres limítrofes de nuestra comuna con argentina cayeron al país vecino, donde milagrosamente el fuselaje planeo hasta caer en un espacio con nieve y sin rocas y se desplazó como un trineo hasta detenerse a los 3.600 metros sobre el nivel del mar, quedando en la parte superior del glaciar que da origen al río Las Lágrimas.
¿Cómo llegó el avión uruguayo a impactar el macizo andino, en ese lugar a 4.300 metros sobre el nivel del mar?
En concreto, no se sabe y para esa pregunta, sólo hay hipótesis de lo que pudo haber ocurrido. El último contacto e informe fue con Curicó y después se perdió todo contacto con la aeronave. La búsqueda fue incesante por toda el área cercana al paso el Planchón, por donde el avión cruzó a Chile. Después de unos días todos fueron dados por desaparecidos hasta 72 días después.
El 20 de diciembre al atardecer y después de haber caminado diez días por las altas montañas, los jóvenes sobrevivientes Canessa y Parrado localizaron y tomaron contacto con el arriero Sergio Catalán M, quien al otro día y después de haber recibido un mensaje escrito por Parrado, hizo las gestiones para su rescate, y de ahí Catalán viajó desde el sector del río San Andrés (o San José) hasta Puente Negro y entregó el mensaje al carabinero Orlando Menares Lorca, en una cadena solidaria que fue conocida en todo el mundo, y sus personajes protagónicos, Armando Cerda que por solicitud de Catalán fue hasta el lugar indicado para rescatar y llevar hasta el puesto de arrieros Los Maitenes a los dos sobrevivientes, donde les dio de comer, Juan Farfán que confirmó la noticia en Puente Negro, Chito Morales que dio la noticia por radio a Chile y el mundo, el Coronel Enrique Morel Comandante del regimiento N°19 de Colchagua, donde se centró y coordinó el rescate, el personal del hospital de San Fernando, el club aéreo, el sacerdote y andinista Iván Caviedes, quien en enero de 1973 participó de la recolección de los restos humanos, haciendo una tumba colectiva, donde se les dio cristiana sepultura a 28 de los 29 personas que murieron en ese lugar y desde esas montañas sus espíritus se elevaron al cielo. Sería largo nombrar personas de un pueblo que se movilizó mostrando su solidaridad.
Me quiero referir a tres sanfernandinos que participaron activamente y tienen los tres algo en común. Por su participación en el rescate de los sobrevivientes uruguayos recibieron la condecoración militar "AL VALOR" que las Fuerza Armadas otorgan a los soldados que han realizado o protagonizado hechos heroicos en el cumplimiento del deber.
En el libro "Hacia el Heroísmo" de Hernán Saldes Irarrázabal se publican las fotografías y relatos, donde se informa con detalles de los protagonistas sus memorias del rescate en los Andes y que en forma muy resumida estos tres sanfernandinos que participaron se describe su participación: El médico Eduardo Arriagada, oficial de sanidad con el grado de mayor, viajó en el helicóptero al mando de García Monasterio junto a Parrado como guía para llegar hasta el avión siniestrado, el médico Arriagada ayudó a los andinistas a bajar de la aeronave y a subir a dos de los sobrevivientes, a él no se le permitió bajar por las precarias y peligrosas condiciones de ese momento del rescate.
El cabo enfermero José Bravo Castro del Regimiento N°19 de Colchagua llegó hasta el avión siniestrado en el helicóptero comandado por Jorge Massa Armijo y junto a los integrantes del cuerpo de socorro andino. Debido a que el helicóptero no podía posarse en la nieve, en una superficie inclinada debieron saltar según el relato de una altura aproximada a los 8 metros para caer sobre la nieve, y luego ayudar a subir a ese helicóptero a cuatro de los sobrevivientes uruguayos. El militar Bravo Castro prestó los primeros auxilios a varios de los sobrevivientes y permaneció lo que quedaba del día y la noche en los restos del avión siniestrado y la carpa de los andinistas para ser rescatados la mañana del día siguiente donde las condiciones metereológicas mejoraron notablemente.
Cabo 1° de la FACH Ramón Canales Cornejo nacido en San Fernando, donde también fue alumno de preparatorias del Liceo de hombre (actual Neandro Schilling), quien fue convocado el viernes 22 de diciembre a las 5:45 horas al grupo FACH N°10, para participar como copiloto del helicóptero al mando del comandante de escuadrilla Carlos García Monasterio. Esta misión de rescate en las montañas de San Fernando no incluía reporteros, y por órdenes de gobierno se le entregó a Ramón Canales una máquina para que registrara las imágenes de los momentos del rescate. Canales les manifestó que nunca había usado una cámara de esas y ahí le dieron las instrucciones para usarla. Terminada la misión de rescate el señor Canales entregó las máquinas con las imágenes latentes, las que después de ser reveladas fueron conocidas en todo Chile, Uruguay y el mundo.-
Pedro Marchant Villanueva
Historiador
