Empezó importando vestimenta para vender en consultorios y hospitales, ahora los confecciona y borda en su casa y ya está haciendo las gestiones para iniciar una microempresa.
Elsa Sánchez aprendió de su madre las técnicas de corte y confección. Un oficio que en nuestro país muchas mujeres desempeñan, pero que con la consolidación de las tiendas de retail y la baja en los precios de los productos textiles ha perdido terreno. Aunque hay quienes han visto en este fenómeno una oportunidad de diversificarse y buscar el nicho adecuado y así vender un producto más específico.
De esta manera, Elsa, alentada por las profesionales del programa Familia del FOSIS, se atrevió y participó, el año 2017, en el programa Yo Emprendo Semilla, dirigido a quienes tienen una idea de negocio: entonces su proyecto empezó a tomar vida e inició la importación de uniformes para profesionales y técnicos del área de la salud. Le agregó un bordado (recinto asistencial, especialidad) y el producto se hizo más atractivo. Comenzó luego a recorrer consultorios y hospitales ofreciendo sus uniformes. El resultado fue un éxito total. Luego, encontró un nuevo nicho: los conductores de camiones a quienes empezó a venderles polera y camisas con bordados a pedido, la marca del vehículo, el nombre, todo al gusto del cliente.
El año pasado quiso dar un nuevo paso y, apoyada nuevamente por FOSIS, participó en el programa Yo Emprendo Básico. Fue cuando dejó de importar la ropa y comenzó a confeccionarla en su pequeño taller habilitado en la Población San Juan de Doñihue, donde vive.
El proyecto le permitió comprar máquinas más sofisticadas y ahora todo le resulta más fácil. Y no es todo, entusiasmada con los buenos resultados y tras conocer a otras emprendedoras en los talleres del FOSIS, se asociará con ellas -todas dedicadas a la confección- y le darán un nuevo impulso a su negocio.
Elsa está más que satisfecha. En años anteriores trabajaba en su casa, en forma no remunerada, porque su prioridad era estar cerca de sus hijos. Hoy, desarrolla una actividad productiva con la que obtiene ingresos y que puede realizar en su propio hogar, así como también adaptando los horarios, de acuerdo a sus necesidades.
"Estoy muy contenta, porque gracias al apoyo del FOSIS puedo trabajar cerca de mis hijos, he ido creciendo y ahora, incluso, me voy a asociar con otras personas que se dedican a lo miso, entonces para mí esto ha sido una gran oportunidad", expresó la emprendedora.
Como ella, son cientos las personas en la provincia de Cachapoal que, con el apoyo del FOSIS, han podido crear dar vida a sus ideas de negocios o bien, mejorar lo que ya tienen, lo que, junto con aumentar sus ingresos, les hace sentir como Elsa, que pueden concretar sus metas y avanzar junto a sus familias.
El director Regional del FOSIS, Guido Carreño Reyes, señaló que el FOSIS: "Entrega oportunidades y lo importante es que las personas las tomen y aprovechen para su desarrollo y el bienestar de sus familias. Estamos muy contentos de ver a tantas personas felices al culminar esta etapa. Queremos que sigan creyendo en nosotros, en el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, porque continuaremos trabajando y gestionando con el propósito de tener más recursos para apoyar a todos lo que lo necesitan".
En 2018 fueron más de mil las personas que participaron en proyectos de emprendimiento y empleabilidad del FOSIS. Las postulaciones 2019 se abrirán en el mes de marzo, en fecha aún por confirmar, para lo cual los equipos del servicio ya están trabajando con el fin de hacer las coordinaciones y tener todo dispuesto con miras a este proceso./
