Invitados por la Municipalidad de San Fernando, a través del alcalde Pablo Silva Pérez y el concejo municipal concurrimos junto a dos sobrevivientes uruguayos del accidente aéreo de 1972 en la cordillera de esta ciudad, al hospital San Juan de Dios, recinto donde hace 50 años recibieron atención médica.
Ahí fuimos recibidos por Mauricio Ortega Rojas, periodista del centro asistencial y que ofició de maestro de ceremonia y que representó a la directora María José de Witt Troncoso. Se encontraba presente también el profesor Pedro Marchant Villanueva, ciudadano ilustre, pionero en ecología y medio ambiente; andinista y formador de numerosos grupos extraescolares.
En la recepción, recibimos con gran alegría a los “supervivientes” Roberto Canessa y Gustavo Zerbino, los cuales estaban acompañados de una gran delegación uruguaya, destacando la esposa de Roberto, Laurita, el embajador de Uruguay Alberto Fajardo y una hija del pintor Carlos Páez, Ago Páez.
MURAL EN EL HALL DEL HOSPITAL
Pintado por el artista Carlos Páez Vilaró, corresponde a una alegoría hermosa y llena de significado, en agradecimiento a la búsqueda, rescate y atención de los sobrevivientes, ocurrido en diciembre del año 1972. En efecto, el cuadro de grandes dimensiones, representa el espíritu generoso de los arrieros, autoridades e instituciones, médicos, enfermeras, radioaficionados, carabineros, militares, aviadores y periodistas. Ellos dejaron lo suyo, y con gran sacrificio y pasión, en lograr la salvación de los hermanos uruguayos.
Al pintor Carlos Páez se le compara con artistas de la talla de Picasso y Salvador Dali. Hombre perseverante y de gran fe, trabajo con personalidades como el Dr. Albert Schweitzer, en un leprosaro en África.
En su libro “Entre mi hijo la luna y yo”, relata que “cada vez que aparece la Luna detrás de las montañas, pienso que mi hijo también la observa”.
En una visita a Uruguay, conocí la famosa Casa Pueblo, constituyendo en su conjunto, un hermoso Museo y taller de trabajo por muchos años del pintor; emplazada en unos acantilados rocosos, es una maravilla observarla, con una impresionante vista al mar océano.
EN DIRECCIÓN AL ANTIGUO PENSIONADO
Hoy convertido en Sala Cuna, se encuentra en perfectas condiciones, identificando incluso los números de las piezas, muy bien conservadas.
Según Gloria Villablanca, en notas personales. A Roberto Canessa le correspondió la pieza Nº 5 y Roberto le anota “Querida Gloria, te agradezco mucho los servicios y me da vergüenza que una dama tenga que trabajar para mí. Con cariño Roberto. 23-Dic-1972.
Ya ubicada la pieza, significó un momento de reflexión para el Dr. Canessa, recordando a su médico ya fallecido el doctor Pepe Melej, como él lo llamaba. Le pregunté por el episodio del pan con queso, que ya estaba descompuesto, donde el doctor Melej, intentó botar unos panes celosamente guardados en su velador; pero se resistió a entregarlos, como un símbolo del alimento, ausente en los Andes.
Gustavo Zerbino, no alojó ese día en el Hospital, sino que una vez que el helicóptero llegó a la loza del Regimiento de Colchagua Nº 19, se trasladó directamente a la Posta Central de Santiago, sin acceder al Hospital de San Fernando. Los invitados, tomaron muchas fotografías, especialmente de un resumen clínico José Melej, sobre las condiciones de desnutrición de los deportistas uruguayos; con un promedio de déficit de casi 20 kg.
Tanto, Roberto, como Gustavo, coincidieron que Carlos Páez, se le veía físicamente bien lo que produjo una risa cómplice, que alivió la tensión de ese momento, en la comitiva.
VISITA A LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE LA MEDALLA MILAGROSA
En febrero de 1872, la congregación francesa Hijas de la Caridad, se asientan en el Hospital de San Fernando, lo que ha significó un gran progreso, aplicando los descubrimientos de Louis Pasteur, padre de la Microbiología.
Ello motivó avances médicos, de enfermería, en las disciplinas de Asepsia, Infectología, Cirugía y Anestesia.
De estilo neogótico, ladrillo a la vista, destaca por su gran altura y esbeltez vertical; contrastando con la arquitectura horizonte del propio hospital de la época. En su interior, destaca la belleza estatuaria de la Virgen María, con su rostro de joven madre y sus brazos abiertos, despertando la admiración, del embajador de Uruguay y comitiva.
MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS (23/DIC/72)
Históricamente, el primer grupo de sobrevivientes (Canessa, Parrado, Páez, Inciate, Mangino, Algorta, Fernández y Strauch), fueron atendidos en el viejo hospital. En vísperas de la Navidad (23/DIC/72) se realiza la Misa de Acción de Gracias, con todos ellos y sus familiares, previo al viaje a su país natal.
PALABRAS FINALES DE MAURICIO ORTEGA
Agradeció la masiva concurrencia de la comunidad, incluyendo al alcalde y la comitiva uruguaya, encabezada por los sobrevivientes y el embajador, acompañados de Laurita de Canessa y Ago Páez, resaltando el marcado interés demostrado, en la visita al Hospital, y la Capilla, revelando que se cumplieron las metas propuestas, en cuanto a participación y organización, la que seguramente, por la experiencia adquirida, será cada vez mejor en años venideros.
Por nuestra parte, también agradecidos, junto con el profesor Pedro Marchant en un evento de tanta importancia, donde pudimos colaborar en base a nuestro trabajo investigativo de muchos años.
Dr. Jorge Balocchi, médico internista U. de Chile, y montañista, con la hazaña junto a Rodney González, de alcanzar la cima del monte Aconcagua.
Amigo y médico por años de la familia Catalán; lazos que aún perduran.
Y para siempre.
Doctor Jorge Balocchi
