- Surgido en Japón hace medio siglo y practicado en Argentina desde hace 11 años, llega a Chile de la mano del transandino Eduardo Raffetto, quien realizó dos clínicas en suelo nacional, una de ellas con los niños del Colegio Santa Lucía, de Fundación Luz. “Hace muy bien no sólo físicamente, sino también cerebralmente, y contribuye a una verdadera inclusión”, celebra la directora ejecutiva, Sofía Villavicencio.
El tenis para personas con discapacidad visual aterriza en Chile. De la mano de Bettersport, iniciativa que busca darle sostenibilidad al deporte a través de la inclusión, se realizaron dos clínicas esta semana, el lunes en el Colegio Santa Lucía, perteneciente a Fundación Luz, y el martes en la Municipalidad de Vitacura.
Eduardo Raffetto es el impulsor de esta disciplina en Sudamérica. Surgida en Japón hace medio siglo, la trajo a su país, Argentina, hace 11 años y ahora está cimentando sus bases en suelo nacional.
Los trabajos comienzan con niños de cinco años, por eso se eligió al colegio de la centenaria fundación para el desembarco en territorio chileno. “Es un deporte individual, que puede terminar siendo grupal, pero el desafío es personal. Que lo pueda hacer una persona ciega es algo que no tiene precio”, celebra el transandino.
Las características, obviamente, son diferentes, empezando por la pelota, que es más grande que la convencional y emite un sonido similar a un cascabel. La red es un poco más baja y la cancha es más chica, con líneas perimetrales que tienen una soga para sentir los límites.
Los planes son grandes y, de hecho, ya se realizaron tres Mundiales de la especialidad, el del 2019, el primero con representación sudamericana. “El potencial es grandísimo. Va creciendo en escuelas, alumnos, jugadores y torneos, y ahí tenemos un trabajo bastante arduo para que llegue a ser paralímpico”, comenta el coach argentino.
En Fundación Luz, próxima a cumplir 100 años, festejan esta nueva oportunidad que se abre. La actividad deportiva es clave para el desarrollo de una persona ciega o baja visión, sobre todo si se inicia desde que son pequeños.
“Es fundamental una vida ágil, en movimiento. Nos damos cuenta de que les hace muy bien no sólo físicamente, sino también cerebralmente, y contribuye a una verdadera inclusión”, destaca la directora ejecutiva, Sofía Villavicencio. “Para nosotros es una gran novedad y les entusiasmó muchísimo a nuestros niños, así que esperamos seguir avanzando”, cierra.
