Hondo pesar provocó el fallecimiento del recordado folclorista de la región Francisco Javier Pérez Guajardo (Q.E.P.D.) El querido Tata Javier nació el 1 de Mayo de 1938, en su pueblo Peralillo. Sus padres Juan Pérez y Berta Guajardo.
Se casó el 24 de Abril de 1960, con Victoria Gaete Arévalo, con quien tuvieron 6 hijos: Francisco, Claudio, Javier, Luis, Juan Pablo y Janina, 14 nietos, y 7 bisnietos. Se desempeñó como maestro de la construcción y trabajador de la tierra.
En el funeral habló a nombre de la familia uno de sus hijos señalando lo siguiente: "Siempre te redordaremos como un trabajador incansable, haciéndole honor al día de tu cumpleaños, los 1ro de Mayo.
Su pasión, la música folclórica, la cual cultivó desde los 16 años, seguramente motivado por su madre Berta y su tía Sulema. En esta actividad, recorrió practicamente toda su querida provincia de Colchagua, animando matrimonios, bautizos, malones, veladas y fiestas patrias, con sus amigos Francisco y Facundo Serrano, también conocidos como Catinco y Pancorita, trio al que se incorporarían posteriormente sus hermanos, Juan Emilio y Luis Baldomero Pérez Guajardo, pasando a llamarse, grupo Los de Peralillo.
En 1994, ya en San Fernando, formó junto a su amigo y socio, Francisco Carrasco (en el arpa), el dúo Voces Colchagüinas, con quien recorre la región cantando cuecas y tonadas, en rodeos y trillas a yeguas sueltas, llegando a participar también, en el año 2000, en el festival de cuecas inéditas de Santa Cruz, defendiendo su canción (o cueca) šTrilla a Yegua Sueltaš. dejando sus registros musicales, en el CD šVoces Colchagüinasš.
Como no recordar, la orquesta de Titanic, especialmente en los cumpleaños del tío Baldomero en Pichilemu.
Era tal la transformación que producía la música folclórica en el, que para mi matrimonio no dejó tocar a la orquesta oficial de la fiesta, los que terminaron la noche comiendo y bebiendo, al punto que cuando se les pidió que subieran al escenario a trabajar, no podían mantenerse en pie.
En el ámbito familiar, reconocemos en el, a un padre tremendamente trabajador, capaz de madrugar y recorrer en bicicleta, grandes distancias, para traer a casa el sustento de cada día para sus hijos y esposa, en las difíciles décadas de los años 70 y 80.
Reconocemos también a un hombre de familia, de carácter tranquilo y amable, un hombre manso y conciliador con la patrona, apodo cariñoso a su esposa.
Quiero agradecer en nombre de mis hermanos y hermana, en primer lugar, a nuestra madre, por su trabajo, dedicación y cariño con el que cuidaste a nuestro padre, no solo en el último año, sino que también a lo largo de toda su vida juntos.
A mi hermana, por tu tiempo y dedicación entregados, en especial en el último periodo de su enfermedad.
A mis hermanos, a mi ti Irma, las cuñadas y cuñado, sobrinas y sobrinos, esposa e hijos, por todo el cariño y tiempo entregado al cuidado de nuestro padre.
Por último, agradecer a todas las personas que nos han acompañado en el triste y difícil momento que estamos viviendo como familia.
Querido padre, no cabe duda que ya estás en el reino de los cielos junto a tus padres y hermanos, gozando de la vida eterna, la cual buscaste y mereces por tu forma de ser, y tu fe demostrada a través de la oración del santo rosario".
