Es importante mencionar que existen mitos sobre el suicidio, creados por la cultura popular, basados en criterios erróneos y que no aportan en absoluto a la hora de comprender el fenómeno ni de saber que hacer para prevenirlo. Te invitamos a reconocerlos y a cuestionarlos a fin de ir erradicándolos de nuestra sociedad, ya que muchas veces alejan la posibilidad de ayuda en caso de ser necesario.
- No es bueno hablar sobre el suicidio porque puede poner esa idea de manera peligrosa en la mente de las personas: FALSO, hablar del suicidio es la mejor manera de comenzar a superarlo.
- Sólo los especialistas pueden ayudar a alguien con riesgo suicida: FALSO, cualquier persona con capacidad de escucha y afecto positivo puede ser clave en el inicio del tratamiento una persona con riesgo suicida, ofreciendo contención y facilitando el acceso a ayuda más especializada de ser necesario.
- Quienes hablan de suicidarse no tienen la real intención de hacerlo: FALSO, las personas muchas veces buscan ayuda cuando sienten que no pueden superar solas el problema.
- La mayoría de los suicidios ocurren repentinamente, sin advertencia previa. FALSO, en la mayoría de los casos hay señales previas y solicitudes de ayuda, son pocos los casos en los que se produce sin ello.
- Todos los suicidas están decididos a morir: FALSO, como se decía anteriormente hay casos en los que la persona por un lado desea seguir viviendo, pero por otro su imposibilidad de soportar el dolor emocional le hace pensar o intentar el suicidio.
- Quien haya sido suicida, nunca dejará de serlo: FALSO, la detección oportuna, un apoyo familiar y social adecuado, más un apoyo profesional pueden ayudar a las personas a superar el riesgo suicida.
- Solo las personas con problemas de salud mental son suicidas: FALSO. Existen personas que, sin padecer un problema de salud mental, desarrollan riesgo suicida o lo consuman. También las hay que teniendo problemas de salud no lo desarrollan. Sólo algunos problemas de salud mental incrementan el riesgo suicida.