Enfrentando la crisis desde el ámbito popular

Columnas y Artículos

Han transcurrido más de dos meses ya, desde que el 3 marzo pasado se confirmara el primer caso de coronavirus en Chile.

Lamentablemente, nuestros temores respecto de la ineficacia de las medidas que ha ido tomando el gobierno -que no han protegido la salud de la población, ni el empleo de un gran número de trabajadores- se han ido cumpliendo.

Hoy, al gran número de contagiados por coronavirus y la triste cifra diaria de muertos causada por esta enfermedad, debemos sumar la cesantía abierta o encubierta (léase Ley de Protección de los “Empleadores”) y la dificultad de un número creciente de compatriotas para solventar sus necesidades más básicas, entre ellas la más básica: la alimentación.

Hemos presenciado en la prensa como el gobierno mezquina la ayuda a las pequeñas empresas y a los trabajadores. Reciente es la discusión por el Ingreso Familiar de Emergencia, que ante la negativa del gobierno de una asignación más alta debió aprobar la propuesta que entrega un aporte de hasta 65 mil pesos por persona que se irá reduciendo mes a mes para cubrir mayo, junio y julio. La oposición solicitaba 80 mil pesos parejo para el 60% más vulnerable en el mismo periodo. Esta asignación ya se ve tan manifiestamente insuficiente, que el propio gobierno debió, de modo apresurado, suplementarla con cajas de mercadería.

Todo esto de modo amargo viene a evidenciar la precaria condición social de muchas familias, que se han declarado como de clase media, pero que venían viviendo ya una angustiante situación por el alto nivel de endeudamiento imperante en el país y que ahora, producto de la crisis del Covid 19, en un tiempo muy corto ven colapsar su modo de vida, acosada por las deudas que acumulan y la falta de trabajo que se ha ido generando y que se observa en aumento.

El futuro se observa incierto, es difícil hacer pronósticos, tanto de la situación sanitaria como de la económica. La actitud, soberbia y sorda, que hasta el momento ha tenido el gobierno, que no escucha ni a la oposición, ni a los movimientos sociales ni a los gremios profesionales, ni a las agrupaciones de trabajadores y muchas veces tampoco se hace eco de las críticas de los partidos de la propia coalición de derecha que lo sustenta, no ayuda a avanzar hacia una solución que considere el bienestar de los trabajadores y la población en general.

La población ya ha expresado su descontento y desesperación por la falta de recursos y alimentos, manifestándose en las calles con mayor o menor intensidad, recientemente, en varios lugares de la capital y el país. Esto irá en aumento si las autoridades no escuchan y ni atienden el clamor ciudadano.

En San Fernando hemos observado con simpatía y apoyado la hermosa expresión de autogestión, empeño y solidaridad ciudadana de un numeroso grupo de vecinos de la Villa San Juan, que con el apoyo del Sindicato AUCA se han organizado en una Olla Común, que ha conseguido por distintos medios ayuda en alimentos y está entregando almuerzos a un gran número de vecinos.

Llamamos a los sanfernandinos a apoyar esta iniciativa de movilización popular y a los vecinos de los distintos sectores a replicarla donde sea necesario.

Gabriel Rojas Oyarce
Dirigente PC
San Fernando

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