Beneficios, procedimiento, lugares y fechas es lo que apoderados de diversos establecimientos educacionales de la región, han conocido tras las jornadas de difusión realizadas por el equipo de profesionales del nuevo Sistema de Admisión Escolar (SAE).
Y es que, a contar de 2017, todos los alumnos de la región que el 2018 ingresen a pre kínder, kínder, primero, séptimo básico y primero medio a establecimientos que reciben subvención del Estado, deberán hacerlo mediante una plataforma web que el Ministerio de Educación dispondrá para poner término a los procesos de selección que limitan a las familias escoger la escuela al cual desean que sus hijos ingresen.
La medida busca democratizar el acceso a una educación de calidad, pues todos los estudiantes de distintos niveles socioeconómicos, culturas, pueblos originarios, identidades de género, religiones, capacidades físicas y cognitivas, tendrán la posibilidad de compartir en una misma sala de clases.
Paralelas a las jornadas informativas, la secretaría regional de Educación ha capacitado a quienes estarán encargados de ejecutar el proceso (Jefes de los Departamentos de Educación Municipal de las 33 comunas de O´Higgins), equipos técnicos de colegios subvencionados; así como también se ha socializado el proceso SAE a 2.500 mujeres pertenecientes al Programa Jefas de Hogar del Sernam, Asociación Regional de Municipalidades MURO´H y profesionales de Junji, Integra, Junaeb y Superintendencia de Educación.
A su vez, se han creado comités gestores en las provincias de Cachapoal, Colchagua y Cardenal Caro, pues de acuerdo a cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) 18.153 estudiantes deberán postular a través del sistema de manera obligatoria; mientras que se espera que 60 mil niños de los niveles en los cuales comienza a operar el SAE en septiembre del 2017, podrían potencialmente utilizar la plataforma de postulación de nuevo sistema.
La medida se enmarca en la Ley de Inclusión impulsada por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, la cual promueve vivir en un contexto de diversidad cultural que impacta de manera positiva en el desarrollo socioemocional de las y los estudiantes, ya que está comprobado que si niños y jóvenes aprenden en la escuela a vivir en diversidad, estarán mejor preparados para desarrollar una actitud inclusiva tanto en la infancia como en la vida adulta y que en el corto plazo, genera un buen clima escolar.
